Historia de la Asociación
Historia de la Asociación
La idea de fundar la Asociación Española de Canonistas (AEC) surgió durante la XII Semana Española de Derecho Canónico (Santiago de Compostela, 16-21 de septiembre de 1968), cuando se creó una comisión preparatoria. Esta convocó la asamblea constituyente, que tuvo lugar en Madrid los días 28-29 de junio de 1969. Se trazaron entonces los principios básicos, se acordó que la asociación tendría carácter civil aunque informando a la autoridad eclesiástica y se nombró una Junta directiva presidida por Mons.Tibau, Juez de la Rota de la Nunciatura Apostólica en Madrid. El acta fundacional de la AEC se firmó en Zaragoza el 26 de septiembre de 1970. Los primeros estatutos están datados a 13 de marzo de 1971 y fueron aprobados por la autoridad civil (conforme a la Ley 191/1964 de Asociaciones) el siguiente 19 de abril y la asociación inscrita en el Registro Provincial de Asociaciones de Madrid el día 23 de abril. Se aprobaron modificaciones de diversos preceptos estatutarios en septiembre de 1976, en septiembre de 1978 y en abril de 1990. Aunque en varias ocasiones se ha tratado la conveniencia de que la asociación adquiriera personalidad jurídico-canónica, no se ha llegado a tomar nunca esta decisión. La naturaleza civil se ha mantenido tras la renovación de los estatutos aprobada por la asamblea general el 16 de abril de 2009 para adaptarlos a la Ley Orgánica 1/2002, de 22 de marzo, reguladora del derecho de asociación.
En 1995 tras cumplirse el vigésimo quinto aniversario de su fundación el entonces Vicario judicial de Oviedo D. Ramón García López escribió Historia de los XXV años de la AEC, publicado en C. Melero (ed.), XV Jornadas de la AEC en el XXV aniversario de su fundación, Salamanca 1997, 269-287, de donde extraemos la narración de la génesis y primeros años de la Asociación. Desde que en 1977 comenzara a publicarse el Boletín Informativo de Derecho Canónico la crónica de las actividades de la AEC se recogerán en el apartado “Vida de la Asociación Española de Canonistas”
La Asociación no nació ciertamente ni por generación espontánea, ni como un ente prefabricado o una estructura de laboratorio que se impone desde arriba; es quizás por esto, por haber surgido de la entraña de un colectivo, por lo que tuvo unos inicios, a semejanza del grano de mostaza evangélico, de un ente muy pequeño, pero que emergería luego con una gran fuerza y una gran energía vital.
La idea de una posible asociación de los canonistas españoles surge ya al inicio de la década de los 60, al socaire de la celebración de las Semanas Españolas de Derecho Canónico – principal cita anual para el encuentro de un buen número de canonistas españoles y no pocos extranjeros- aunque sólo como expresión de un deseo y de una necesidad; la idea de somos muchos, tenemos gente muy preparada, pero no nos conocemos, irrumpe definitivamente durante la celebración, junto al sepulcro del Apóstol Santiago, de la XII Semana Española de Derecho Canónico entre los días 16 y 21 de septiembre de 1968. Allí, no sólo se aireó y sacó brillo a la conveniencia de constituir una asociación, sino que, contando como sólidos pilares fundamentalmente con las Universidades de Comillas, Navarra y Salamanca -aunque sin olvidar a otros estamentos importantes de cultivo de la ciencia canónica, como por ejemplo las Cátedras de Derecho Canónico de las Universidades del Estado, etc.-, se acordó el nombramiento de una comisión, que fuera a encargada de iniciar las gestiones para su constitución oficial.
Aunque resultaría excesivamente prolijo dejar constancia de los nombres de todos los que, ya desde el nacimiento de a Asociación, ostentaron cargos de responsabilidad más directa en la misma, y que he tratado de evitar para no caer en omisiones difícilmente justificables, sí parece oportuno -y quiero que sea como un pequeño homenaje-, recordar a quienes por aclamación resultaron elegidos para formar parte de dicha comisión: TIBAU, de la Rota Española; ALFONSO PRIETO, de la Universidad de Oviedo; JUAN CALVO, de la Universidad de Navarra; JOAQUIN MARTINEZ VALLS, Provisor de Orihuela-Alicante; VALENTIN RAMALLO, de la Universidad de Comillas; LUIS PORTERO, de la Universidad Civil de Salamanca y JUAN SANCHEZ, de la Pontificia de dicha ciudad.
La Comisión elegida puso de inmediato manos a la tarea y allí mismo en Santiago celebró dos días después su primera reunión; en ella se aceptó, por considerarlo como más indicado, el título de «Asociación Española de Canonistas». Se trató sobre su posible naturaleza, fines, clases de miembros, posibles recursos económicos, etc.; se consideró lógico que la sede de la misma estuviera situada en Madrid, si bien y de un modo provisional se aceptó Salamanca por residir allí dos miembros de la Comisión, Luis Portero y Juan Sánchez. Dos meses más tarde, ya el correo llevaba desde Salamanca una primera Circular, con un borrador de Estatutos y un Boletín de inscripción a los antiguos alumnos: del Colegio Español de Roma, de las Facultades de Derecho Canónico de Salamanca, Navarra y Comillas; a los Catedráticos de Derecho Canónico de las Universidades del Estado; a los miembros del Tribunal de la Rota Española; a los Jueces eclesiásticos de las diversas Diócesis; a los Profesores de Derecho Canónico de todos los Seminarios de España; a más de 60 Provinciales de diversas Ordenes y Congregaciones religiosas y, por supuesto, a los Cardenales, Arzobispos y Obispos de toda la nación; se dio publicidad, asimismo, de esta idea, a través de la prensa, revistas especializadas y revistas religiosas y sacerdotales de formación, así como a través de algunas cadenas de radio; previamente, como es lógico, se había remitido el proyecto al Sr. Nuncio de 5. 5. en España.
La cosecha fue ciertamente ubérrica puesto que en abril del año siguiente, 1969, se aproximaban a 200 los Boletines de inscripción recibidos, un número en principio inesperado, pero suficiente, contando sobre todo con el aliento recibido del Sr. Nuncio y las inscripciones de varios Cardenales, Arzobispos y Obispos de nuestra geografía.
Y como si fuera el anuncio de que una nueva vida, impulsada por el Espíritu, brotaba dentro de la canonística española, se imprimió la convocatoria de una Primera Asamblea, precisamente con fecha del 25 de mayo, que coincidía en ese año 69 con la fiesta de Pentecostés.
Aquí, podríamos decir, termina lo que cabría denominar impropiamente prehistoria de la Asociación.
La historia comienza con la celebración de la Asamblea constitutiva, o constituyente, que tuvo lugar en el Colegio de la Divina Pastora de la calle García Morato de Madrid, los días 28 y 29 de junio de ese año 69, con la asistencia de 47 canonistas y con la adhesión, a través del correo, de otro considerable número de inscritos.
En aquella sesión se plantearon algunas cuestiones de fondo; se vio claro que la finalidad de la Asociación había de ser científica, sin que esto fuera un óbice para la consecución de otros objetivos secundarios.
El núcleo esencial y diríamos que de fondo del debate -y que incluso provocó alguna tensión-, lo constituyó el tema sobre su posible naturaleza jurídica; mientras que algunos se inclinaban por una Pía Unión, otros preferían que se quedara simplemente en una asociación civil, solución ésta por la que parecieron inclinarse los profesores de Derecho Canónico de las Universidades Civiles; no faltó tampoco quien, apelando al Concilio Vaticano II -que concede a los laicos plena potestad respecto a su asociaciones con la sola aprobación del Obispo- propusieron una especie de estado intermedio. La votación se inclinó, por amplia mayoría, a favor de su constitución en asociación civil, aunque dando cuenta a la autoridad eclesiástica.
El resto del iter constitutivo no ofreció mayores dificultades: se aprobó que su finalidad fuera la de fomentar e impulsar el estudio y cultivo del Derecho Canónico para un mejor servicio de la Iglesia y de la sociedad civil»; se concedió un voto de confianza a la Junta Directiva para que designase o determinase el domicilio; se acordó que la Junta estaría compuesta por 11 miembros a elegir por la Asamblea General, si bien se optó porque la elección del Presidente se hiciera directamente; fue elegido como Presidente Tibau y seguidamente los restantes miembros de la Junta (Lamberto, Prieto, Juan Sánchez, Barberena, Calvo, Larrea, Piñero, Portero, Lodos y Martínez Valls); se aludió de pasada a la idea de la edición de un posible Boletín y se acordó también la designación de algunos eximios canonistas como posibles Socios de Honor. El mismo día 29 de junio, la Junta Directa celebró ya su primera reunión.
Cuando todo podía hacer suponer que la Asociación a partir de este momento, quedaría ya legítimamente constituí- da, de hecho no ocurrió así y fue en Zaragoza -a los pies de la Virgen del Pilar- donde quedó redactada y firmada el Acta fundacional que, recogida en el Libro de Actas, reza literalmente como sigue:
“En Zaragoza a 26 de septiembre de 1970. Los que suscriben, españoles todos, reunidos para participar en la XII a la XIII Semana de Derecho Canónico, conmemorativa de los 25 años del 4nstituto San Raimundo de Peñafort, han tomado el siguiente
ACUERDO:
- 0.1. Habiendo surgido en la Semana de Derecho Canónico celebrada en Santiago de Compostela en septiembre de 1968, la idea de asociar a los canonistas españoles para conseguir mejor sus fines científico-prácticos y designada una comisión previa, que preparase los primeros pasos para la realización de esta idea, fue compartida por muchos profesionales que, reunidos en Madrid los días 28y 29 de junio de 1969 resolvieron ponerla por obra.
- 0.2. Trazados en dicha reunión los principios básicos de la Asociación y designada una primera Junta Directiva, con carácter inicial, se encomendó a la misma la búsqueda de domicilio social, así como la preparación para la debida aprobación de la Asociación misma.
- 0.3. Una vez que consideraron todo suficientemente dispuesto para el comienzo oficial de la Asociación, todos los que suscriben, en nombre propio y en nombre de cuantos han enviado su adhesión y suscripción, a título de FUNDADORES que corresponde a unos y a otros, ACUERDAN constituirse en ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE CANONISTAS, sometiéndose a la ley 191/64, de 24 de noviembre y demás normas jurídicas vigentes en España.
- 0.4. Asimismo confirman como Junta Directiva a los que fueron designados en la reunión citada de junio de 1969 hasta la celebración de la PRIMERA ASAMBLEA GENERAL, que deberá convocarse, conforme a los Estatutos, una vez éstos sean aprobados por el Ministerio de la Gobernación, por lo que, a su vez, aprueban la redacción que hoy ha sido presentada a su consideración por la misma Junta Directiva. Todo lo cual aprueban en virtud de esta Acta Fundacional que firman en Zaragoza, fecha citada.
El día 13 de marzo de 1971 fueron aprobados sus primeros Estatutos y un mes después, en concreto el 19 de abril, la Dirección General de Política Interior y Asistencia Social del Ministerio de la Gobernación concedió su aprobación conforme a la citada ley. La Asociación fue inscrita en el Registro Provincial de Asociaciones de Madrid, con el número 1441, el 23 de abril de dicho año 1971.
- Profa. Doctora Doña Lourdes Ruano Espina, 2016-2021
- Profa. Doctora Doña Maria Elena Olmos Ortega, 2012-2016
- Prof. Doctor Don Jorge Otaduy Guerín, 2008-2012
- Prof. Doctor Don Rafael Rodriguez Chacón, 2004-2008
- Prof. Doctor Don Antoni Pérez Ramos, 2000-2004
- Prof. Doctor Don Jose Luis Santos Díez, 1996-2000
- Prof. Doctor Don José María Urteaga Embil, 1992-1996
- Prof. Doctor Don Julio Manzanares Marijuan, 1988-1992
- Emmo. y Rvdmo. Sr. Luis Martínez Sistach, 1983-1988
- Don Jose Maria Piñero Carrión, 1978-1983
- Ilustrísimo Sr. Don Narciso Tibau, 1969-1978